Eliminar las manchas en la piel es una de las mayores preocupaciones que sufrimos ya que son muchos los tipos e infinitos los tratamientos.
Las autoridades sanitarias recomiendan realizar un control exhaustivo de su piel, observando si sufren transformaciones.
Para ello, recomiendan seguir la norma del ABCD controlando si sufren modificaciones de Asimetría, Bordes, Color y Diámetro.
Pero no todas son iguales, por eso hay que tener en cuenta si son genéticas, producidas por el sol o cualquier otro factor externo.
Tipos de manchas en la piel
Podemos encontrar las siguientes:
Léntigos: Su color se asemeja al marrón (de oscuro a claro) y suelen aparecer generalmente por el sol u otros factores externos (cambios de temperatura, estrés, cambios hormonales etc).
Pecas: son pequeñas manchas generalmente marrones que aparecen en las personas de piel clara. Su aspecto es normalmente circular y de pequeño tamaño. Aparecen por una acumulación del pigmento y, en la mayoría de los casos, existe una relación directa con la genética
Lunares: Se forman por la acumulación de melanocitos (responsables de la producción de pigmentos) en un pequeño punto de nuestra piel. Se caracterizan por su color negro y suelen ser de diferentes formas, tamaños y volumen por lo que son los que más conviene controlar.
Melasma: Son unas manchas que suelen aparecer casi en exclusiva a mujeres durante su embarazo, la menopausia o el uso de anticonceptivos que en principio desaparece cuando el organismo vuelve a su nivel hormonal habitual.
Mi mancha en la piel ha cambiado
Lo primero es no perder la calma y acudir a un dermatólogo que pueda determinar un diagnóstico.
Pero, sin ánimo de alarmar, hay que tener en cuenta que uno de los cánceres de piel más comunes es el melanoma, una mutación de los melanocitos que se transforman en malignos.
Este punto es meramente informativo, no todas las manchas de la piel que cambian acaban en un melanoma.
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