Consejos para vigilar a los niños en las piscinas

Ahora que todos los escolares están de vacaciones, se amontonan las actividades de ocio para que estén entretenidos y se lo pasen bien. Entre ellas, destacan las piscinas, lugares donde pasarán mucho tiempo de su verano. Pero conviene seguir ciertos consejos para evitar algún susto mayor y que en nuestra farmacia en Valencia y parafarmacia online os vamos a detallar.

Protección solar, solo infantil

No te la juegues. Es necesario que a los más pequeños les apliques un fotoprotector infantil especialmente indicado para su edad. La razón es sencilla y es que no tienen la melanina totalmente desarrollada por lo que una crema solar para adultos no será, de lejos, igual de efectiva para ellos.

Camiseta sí, pero con protección solar

La ropa mide su protección  de los rayos UVA en unidades UPF. Sirva como ejemplo que una camiseta de algodón tiene 12 UPF por tanto, si solo le pones la camiseta es como si le aplicaras un protector solar de dicha numeración.

Si quieres usar ropa para proteger a tu hijo/a, recuerda que debe estar homologada e indicado en la etiqueta. Y, mínimo, 30 UPF. En caso contrario, no vale la pena que utilices ningún textil.

Olvida los iglús tan de moda

En los últimos años estamos viendo tanto en piscinas como en playas unos híbridos entre tienda de campaña y sombrilla donde los padres ubican a sus hijos para protegerlos del sol. Estos iglús tienen un efecto sauna ya que carecen de ventilación así que no es el método más adecuado. Ante la duda, siempre la sombrilla ya que al menos con ésta corre el aire.

Juguetes, flotadores y manguitos homologados

No te decidas por flotadores o manguitos en función de su precio sino de sus controles sanitarios homologados. Por ahorrarte unas monedas, puedes estar poniendo en serio peligro a tus hijos. No es broma

Asimismo, ten mucho cuidado con los juguetes, especialmente aquellos con los que se introduce en el agua a jugar. Recuerda que si ese juguete tiene la capacidad de llenarse de agua puede provocar que tu hijo se hunda por el hecho de no perder su preciado tesoro.